jueves, 28 de abril de 2011

Día Internacional de la Salud y Seguridad en el Trabajo


Hoy en España…

2  trabajadores fallecerán como consecuencia de su trabajo.
13  trabajadores sufrirán un accidente de trabajo grave.
1.503  trabajadores tendrán un accidente de trabajo leve.


Como cada 28 de abril, Día Internacional de la Salud y Seguridad en el Trabajo, hoy es un día con un doble objetivo:

  • Un recuerdo y reconocimiento a aquellos que han perdido su vida y salud bajo unas condiciones de trabajo inadecuadas.
  • Una jornada para poner en evidencia que estos daños son evitables y que los empresarios y poderes públicos tienen grandes responsabilidades en su prevención.

En un año caracterizado por los duros efectos de la crisis económica, y que se ha cobrado importantes cifras de destrucción de empleos, las reformas legales introducidas al amparo de la actual coyuntura económica, han restado importancia a las obligaciones y deberes con los trabajadores:

  • Recortando múltiples derechos de los trabajadores
  • Contribuyendo a que las autoridades sean más laxas con las infracciones
  • Propiciando controles menos exigentes a las empresas.

Por desgracia, cada día siguen dándose cifras elevadas e inaceptables de accidentes y enfermedades laborales.

No sólo es así, sino que además, hoy día se tiene consciencia de otros daños que, aunque pueden parecernos novedosos, siempre han acompañado al ser humano en su actividad productiva: los denominados Riesgos Psicosociales.

La sobrepresión, el trabajo a turnos, los ritmos de trabajo agotadores, la desaparición de complementos como la Antigüedad, la retribución por objetivos, el incentivar la competitividad entre compañeros, la falta de seguridad, la salubridad en los puestos de trabajo, la alta rotación en los empleos, la precariedad de los contratos, la amenaza con el despido y el desempleo…

Todas estas prácticas y modelos de organización del trabajo, propician que algunas empresas se conviertan en caldo de cultivo para enfermedades tales como: el estrés, la depresión, la fatiga crónica, el envejecimiento prematuro, el sídrome del quemado o la violencia en el trabajo.

De ingrato recuerdo nos queda la ola de suicidios que azotó a como France Telecom-Orange (Francia), más de 27 personas entre 2008 y 2009, y que hoy en día recobra notoriedad al añadirse la reciente muerte de otro trabajador, que se auto-inmoló a los 57 años de edad, tras años de presiones al frente de tareas que en nada correspondían a sus conocimientos ni a su calificación profesional.

Por ello, aunque el objetivo de crear empleo es inaplazable, también lo es el garantizar que quien acuda a su puesto de trabajo, volverá  del mismo en idénticas condiciones de salud, física y psíquica. 

POR EL PLENO EMPLEO
SIN RENUNCIAR A LA SEGURIDAD
Y A LA SALUD EN EL TRABAJO

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